dimarts, 2 d’octubre del 2007

Volando del nido

Desde mi rincón siempre escribo, aquello que siento, aquello que he aprendido,
aquello que la vida me ha mostrado, los cambios con los que evolucionamos,
caminamos y maduramos. Aquellos cambios que aparecen en el camino,
esperados e inesperados, los que nos hacen sentir bien y
los que nos encogen el corazón.
Cambiamos de casa, cambiamos de amigos, cambiamos de trabajo,
cambiamos de estilo, siempre estamos cambiando y a veces parece pesado.
¿Pero no son acaso los cambios, los que nos hacen sentir que caminamos?

Ahora ya te has ido, dejas huella de tu paso por mi camino,
ahora madurarás, crecerás aún más, te llenarás de nuevas experiencias
y obstáculos que superar.
Si me necesitas, tu madre siempre estará.
Ahora tu hogar tú lo formarás, dándole calor, paciencia y sabiduría,
de él crecerán nuevas expectativas, lucha y serán conseguidas.
No olvides regar siempre tu amor, ponle canela a tu relación,
escucha lo que te han de contar, abraza cuando veas llorar
y sonríe al madrugar.
Yo ahora voy a seguir, no te preocupes por mí, ya de jovencita aprendí
que lo mejor está aún por venir.
Ahora empiezo un nuevo camino, una etapa nueva para mí, llena de ilusión
y de nuevos sueños por cumplir, pero no me asusta mi nuevo porvenir,
pues sé que tu estás junto a mí.